Mucho de lo que ahora somos como país y como continente proviene de los acontecimientos que tuvieron lugar en la etapa de la historia conocida como Imperio romano, que transcurrió entre el año 27 a. C. hasta el año 476 d. C. aproximadamente.

Conocerlo es algo que no solo nos compete a nosotros como adultos, sino también a los niños, pues al fin y al cabo ellos encarnan el futuro.
La idea es dotarlos de referencias básicas para que su comprensión del presente sea mucho más amplia. Cuanto más pronto se haga, más herramientas tendrán para convertirse en ciudadanos activos, responsables y conscientes de su rol en el mundo.