Actualizar Secuencia Didactica: 4225

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CAÍN Y ABELLuego de ser expulsados de Adán y Eva del paraíso, tuvieron dos hijos: Caín y Abel. Abel era pastor de ovejas, y Caín agricultor. En los campos de Caín crecía mucho trigo. Caín ofreció a Dios, en agradecimiento, una porción de su cosecha. Abel le ofreció uno de sus corderos. A Dios le agradó el sacrificio de Abel. Pero no miró la ofrenda de Caín. Este se disgustó mucho y quedó resentido. Dios le respondió: -¿Por qué estas resentido? ¿Por qué agachas la cabeza? Si obras bien, ¡levanta la vista! Si planeas cosas malas, el pecado te acecha, te devora, pero tú puede vencerlo. Caín dijo a su hermano: - Ven conmigo al campo. Cuando estaban ya en el campo, Caín mató a su hermano Abel. Dios preguntó a Caín: -¿dónde está tu hermano Abel? Caín respondió: - ¡No lo sé! ¿Soy el guardián de mi hermano? Entonces le dijo Dios: -¿Qué has hecho? La sangre de tu hermano grita desde el suelo. No serás ya labrador, porque el suelo no querrá ya producir fruto para ti. Has perdido tu hogar. Andarás errante de un lugar a otro, sin descanso.Caín se quejó:- Mi castigo es demasiado duro. Me echas de los campos y tendré que ocultarme de tu presencia. Me conviertes en vagabundo sin hogar. Cualquiera podrá matarme. Pero Dios puso una señal en la frente de Caín para que nadie se atreviera a matarlo. (Génesis 4, 1-15).REFLEXIONEMOS…Es evidente, que este pasaje bíblico nos lleva a reflexionar. Pues, los seres humanos actuamos muchas veces bajo el impulso de nuestras emociones, por ello es importante pensar en algunas de ellas:- Los celos y la envidia conducen a la ira: Los celos de Caín, le hicieron pensar que Dios prefería a su hermano, le llevaron a sentir envidia, a desear que Abel no existiera, para no tener que competir con él frente a Dios. Por esto, la envidia provocó una intensa ira que nubló el resto de sus sentidos. - La ira nos lleva a cometer actos inapropiados: muchas personas hacen cosas de las que luego se arrepienten por culpa de la ira. Una vez se cometen actos llevados por la rabia, la mayoría del tiempo las consecuencias son tan graves que no tienen solución. - El castigo de la soledad: el castigo que impuso Dios a Caín no fue la muerte ni el dolor físico, sino algo peor: la soledad. Tendría que alejarse de sus padres, del lugar donde vivía, y comenzar su vida solo de cero. Sin embargo, esta situación puede tomarse como una segunda oportunidad para vivir de otra forma y no volver a cometer los mismos errores.<img src="/web/uploads/6907/ec754ea8b9-jjj.jpg" width="427" height="245" style="width: 427px; height: 245px;">

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