Actitudes sexistas

Existen diferentes prácticas sociales que reproducen la discriminación contra las mujeres y que se llaman actitudes sexistas. Mirta González (citada por Fernández, 2005) destaca las principales en los ámbitos educativos:
Androcentrismo. Se validan más los intereses masculinos. Por ejemplo, se da mayor importancia a los intereses y actividades de los hombres.
Minimización. No se les da importancia a las mujeres. No se les tiene en cuenta. Se minusvaloran sus intereses y necesidades.
Negación de las emociones. Las expresiones de afecto y de dolor son consideradas como par- te del estereotipo femenino, por lo tanto, se les califica como debilidad.
Exclusión de actividades. No se consideran las particularidades de las mujeres y en lugar de alternativas se promueven exclusiones, tales como escoger deportes de interés de los varones, mientras las niñas y jóvenes se dedican a observar pasivamente.
Espacios restrictivos. Existen de hecho espacios para niños y niñas; por ejemplo, durante el recreo los niños juegan activamente y utilizan el centro del patio, mientras las niñas hacen uso de las zonas adyacentes del mismo, con movimientos muy restringidos en esa área.
Comentarios sexistas. Se presentan expresiones estereotipadas, como, por ejemplo, “las mujeres no son buenas para las matemáticas”, “los hombres no lloran” o “los hombres no sir- ven para cocinar”. Los chistes sexistas también se fomentan.
Fuente:
https://redes.colombiaaprende.edu.co/ntg/men/archivos/Referentes_Calidad/Modelos_Flexibles/Secundaria_Activa/Guias_del_estudiante/Etica/Etica_Grado06.pdf