El puntillismo es una técnica artística que consiste en hacer una obra mediante el uso de diminutos puntos. Aparece por primera vez en 1869 encabezada por el pintor Georges Seurat, al que le siguieron artistas como Henri-Edmond Cross y Vlaho Bukovac. Este procedimiento consiste en poner puntos de colores puros en vez de pinceladas sobre la tela o el lienzo (papel).
Es decir, en este sentido es importante establecer que en las obras realizadas por puntillistas los colores son puros, jamás se mezclan. Es más, son los ojos de quienes las ven los que hacen que el espectador sí los perciba unidos.
Técnica
La técnica se basa en la capacidad del ojo y la mente del espectador para combinar las manchas de color en una gama más amplia de tonos. Está relacionado con el estilo específico de pincel utilizado para aplicar la pintura. Es una técnica con pocos practicantes serios hoy en día, y se observa notablemente en las obras de muy pocos artistas.
Lo interesante de esta técnica es que nuestro ojo, al ver el dibujo a distancia, interpreta los colores. Es decir, no los ve realmente como puntos independientes sino que combina los colores mezclándolos. Así, si colamos puntos rojos y amarillos mezclados, nuestra retina verá naranja desde lejos y lo mismo pasa con el resto de colores.